El mundo de las emociones y de los sentimientos es un vasto misterio: Resultan innumerables por su variedad, orígenes, niveles de intensidad, escenarios en los que se generan y expresiones que puedan concretarlos. ¿Cuántas emociones y sentimientos habitan en los seres humanos y de qué tipos? Al viajar por la red me he tropezado con una lista que describe hasta más de doscientos cincuenta. Seguramente encontraremos más.
Hay emociones positivas como son la alegría, la superación, el afecto, la libertad o la empatía. En casa de la negatividad habitan la ansiedad, el odio, la perfección, la venganza, la envidia, el desdén o los celos. En un tercer cajón podríamos encajar emociones y sentimientos ¿más neutros? Tengo mis dudas. Aquí podrían citarse aburrimiento, encanto, timidez, alivio, sorpresa, autonomía, concentración, firmeza, curiosidad, nostalgia, simpatía,….aunque será la intensidad de estos estados la que desplace a la persona hacia su beneficio o perjuicio.
En todo caso emociones y sentimientos son esenciales para vivir y debiéramos aprender a digerirlos. No estaría mal que en casa y en la escuela se dedicaran diez minutos al día a esclarecer lo que encierra cada uno de ellos analizando situaciones cotidianas, fotos, poesías o pequeños relatos. La inteligencia emocional nos marca, es factor decisivo en nuestras vidas y es soporte para la profesión, en las relaciones humanas y también, por supuesto, para saber aprovechar el tiempo libre.
Al pasear por la dehesa de La Jara me sorprendió el perfil del desgarro de una encina caída. Mis ojos se quedaron prisioneros en sus entrañas rotas de forma irregular. No pude resistirme y eché las fotos que ilustran estas líneas.
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