Portada. Autor, Marce (Imprenta Castro) |
Acaba de salir mi última publicación. El relato, como vehículo de comunicación con los lectores, ha dejado su huella en mí. Se trata de doce historias mitad ficción, mitad realidad. Doce historias independientes en las que algunos personajes me identifican, pero solo parcialmente.
El
primer relato, La bruja de Alcaracejos, está inspirado en un título de Camilo
José Cela. Él solo puso algo del título. Lo demás es cosa mía. En realidad son dos
historias en una. En la primera hago pasar a don Camilo por Alcaracejos en
donde juega una partida de dominó. En la partida con los vecinos, uno de ellos
cuenta la historia de la bruja.
El
segundo es un relato corto. En él se pone de manifiesto la terca voluntad de un
naranjo de crecer inclinado. En el de la escalera, tercera narración, quiero
poner de manifiesto la crueldad del azar, como el destino tiene una fuerza
atroz y determinante en nuestra vida. En el cuarto se reflejan muchas de las
circunstancias vividas por un maestro de barrio. Aquilino, personaje central,
es el prototipo de niño mimado en exceso y las nefastas consecuencias que trae
considerar a un adolescente como el emperador de la casa.
Siguiendo
con la pedagogía llegamos al quinto relato donde el teléfono móvil es el hilo
conductor aparte de un tirano tecnológico que, peligrosamente, puede llegar a
limitar la convivencia. El sexto intenta contar un sueño. En el séptimo, la
lavadora, podría considerarse como un cuento para niños. Cuento sacado de mi
entorno familiar próximo. Estoy seguro que alguien se va a identificar con la
historia.
El
octavo expone una experiencia personal de mi niñez modificada por el tiempo.
Columnas de esta historiada crónica son la curiosidad y la inocencia de los
niños. El autobús es un relato extraño, podría ser ufológico, basado en la
historia real de una sobrina. En décimo lugar están Manuela y Miguel, relato
real –algo novelado- que cuenta lo acontecido a la pareja en la horrorosa
Guerra Civil de 1936.
El
patio es una descripción vital inspirada en este popular espacio de Córdoba
ciudad. Un muchacho de pueblo se va a la capital para trabajar y el ventanuco
de su sencilla vida se transforma en una inmensa balconada. Para terminar, en
La Confesión se recogen pensamientos y dudas sobre la religión y otras
cuestiones durante la pandemia del Covid19.
El resultado, en conjunto,
resulta entretenido y de fácil lectura. Hay relatos largos, medianos y cortos.
La lectura no tiene que ser correlativa. Cada relato tiene su principio y su
final. El orden expuesto en el libro puede ser alterado sin problema. Espero y
deseo que lectoras y lectores disfruten con estas páginas tanto como yo
disfruté al escribirlas. Salud.